martes, 7 de abril de 2009

LAS CARRERAS EN AGUA SON UNA LOTERÍA…


SI, pero… ¿Por qué siempre le toca a los mismos?

Recuerdo el año pasado cuando saltó la noticia de que Honda estaba como loca por fichar a Fernando Alonso. Me viene todavía a la mente aquella frase del entonces Jefe Ejecutivo del equipo japonés, Nick Fry, que decía “Fernando tiene las puertas abiertas para venir a Honda. Nosotros le recibiremos con un ramo de flores y champán” y añadía “La fecha límite para poder estar juntos es la tarde del jueves del Gran Premio de Australia”. Tengo que reconocer que aunque parecía que iban a conseguir ser mucho más competitivos (empezaron a trabajar sobre el coche nuevo mucho antes que los demás) nunca me hubiera imaginado tanta superioridad. Pero me hacía ilusión la idea. No sólo por la confianza en la capacidad de Alonso de indicar el camino a los ingenieros para mejorar el monoplaza, sino porque además en Honda (hoy Brawn GP) estaba el mejor estratega de la Fórmula 1 actual. Ross Brawn.

La carrera del domingo fue una prueba más de que ante tanta incertidumbre, siempre aciertan los mismos. Ross Brawn gestionó la superioridad manifiesta de sus monoplazas para hacerlos parar en Boxes las veces que hizo falta. No es que haya acertado en el momento preciso, pero en vez de ponerse nervioso y dudar mientras dejaba a sus pilotos en pista, destrozando los neumáticos, les hacía entrar una y otra vez y las que fueran necesarias… Es mejor perder 20 segundos en una parada que 20 segundos en pista por tener los neumáticos equivocados, porque en la siguiente vuelta te caerán 30 más. El artífice del podio de Rubens Barrichello en Silverstone 2008 (que había salido en el puesto 16 de la parrilla), gracias a una increíble estrategia de neumáticos cuando la lluvia hizo presencia, volvió a demostrar en Malasia quién es jefe.

Otro que siempre sobresale en circunstancias adversas, es Nick Heidfeld. El año pasado, en el circuito de Spa, el piloto alemán era el primero en poner neumáticos intermedios. A falta de dos vueltas, Heidfeld iba séptimo y pidió a su Box que le prepararan neumáticos intermedios. Había empezado a llover. Nadie se atrevía a parar a falta de tan poco, pero en un circuito tan largo como el belga, ese compuesto daba una ventaja de 30 segundos por vuelta (por 18 de la parada). Con esta decisión, el piloto de BMW recuperaba cinco posiciones y terminaba segundo.
El domingo, en Sepang, mientras los demás pilotos destrozaban los neumáticos de lluvia, con la pista húmeda, Nick Heidfeld sacrificó ritmo a cambio de conservar sus gomas el máximo tiempo posible mientras esperaba la tromba de agua que parecía inminente. Parecía que no llegaba, así que desde el Box le llamaron para ponerle intermedios, pero a 200 metros de la entrada al Pit Lane, por fin, se intensificó la lluvia. Entonces el piloto de la escudería de Hinwil comunicó con su Box y dijo “no, me mantengo en pista, empieza a llover más fuerte”. En ese momento, los que tenían neumáticos de lluvia, sufrieron las consecuencias de su mayor degradación, mientras los que habían cambiado a intermedios, tuvieron que volver a poner los de lluvia. “Quick nick” también tenía sus neumáticos muy desgastados, sobre todo los traseros, pero al menos pudo mantenerse en pista hasta que la carrera se paró (¡y con sólo una parada!). A todo esto, con el coche de seguridad en pista, desde Boxes le indicaron al piloto alemán que tuviera cuidado de no superar la velocidad del Safety Car (tienen indicación en el volante), a lo que Heidfeld contestaba riendo “me encantaría poder ir tan rápido”.

Lo que no acabo de entender es cómo gestiona estas situaciones Renault. Porque, francamente, no aciertan ni a la de tres. Yo no sé a qué lotería juegan en la escudería francesa, pero me da que pretenden ganar el Gordo de Navidad con un boleto para la QH (no sé ni siquiera si sigue existiendo la quiniela hípica, pero en fin…).
Para ser justos, el domingo no era fácil acertar con la estrategia perfecta, y la salida de pista de Alonso tampoco ayudó, pero no estaría de más que algún día nos sorprendieran con una buena decisión durante la carrera.
En cuanto a la salida de pista del asturiano, desconozco si le llegaron a avisar por radio de la condición en la que se encontraba la maldita curva, o si el ímpetu por llegar a Boxes del piloto de Renault, le jugó una mala pasada. Pero hubiera sido una información valiosísima. Y si no, que le pregunten a Hamilton, que al ver cómo el R29 se iba de excursión, redujo la velocidad y minimizó su propia salida.

Es cierto que el año pasado supieron elaborar dos estrategias a la desesperada antes de los grandes premios de Singapur y Alemania, pero la victoria de Alonso y el segundo puesto de Nelsinho Piquet en esas carreras, fueron más fruto de un “pasaba por ahí” que de un golpe de ingenio. Aunque sea de rigor reconocer que, sin nada que perder y aprovechándose inteligentemente de la extinta y ridícula norma del Safety Car, fueron valientes a la hora de plantear las carreras en función de la aparición del coche de seguridad en el momento apropiado.

2 comentarios:

  1. Hola Jaime, hoy me preguntó un compañero de curro que si eras periodista, la verdad que te lo curras!!!!

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  2. Hola Rafa,
    Muchas gracias, la verdad es que pongo todo mi empeño. Y no, no soy periodista, soy sólo un gran aficionado a este maravilloso deporte (o lo que queda de él)...

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