miércoles, 20 de mayo de 2009

PRÓXIMA CITA… MÓNACO


Glamour, espectáculo e ilusión confluyen cada año en el Principado Monegasco cuando los monoplazas llegan a sus calles. El Gran Premio de Mónaco, es sin duda la carrera por excelencia del año. Es el único circuito 100% urbano de la temporada, y en el que sólo triunfan los campeones de pura cepa. Un campeón, nunca será un verdadero campeón si no ha conseguido doblegar a sus rivales en este marco.

Todos los pilotos llegan al Principado con ilusiones renovadas, ya que posee el único circuito del año en el que el piloto tiene una verdadera importancia. Y a pesar de lo que pueda parecer, no es el piloto más rápido el que tiene una gran ventaja, sino el más constante, el que posea un mayor poder de concentración y el que cometa menos errores.

El circuito de Montecarlo, es tan enrevesado, y tan parco en escapatorias, que no perdona ni el más mínimo despiste durante las 78 vueltas que componen el Gran Premio. Aquí puede ganar cualquiera, aunque los que salgan de las posiciones más adelantadas tienen media batalla ganada (ya que adelantar en este trazado es prácticamente imposible). Esto no quiere decir que los pilotos de Brawn GP, Toyota o Red Bull (especialmente estos últimos con el nuevo doble difusor), dejen de ser los máximos favoritos (ya en 2004 el Podio lo compusieron Trulli, Button y Barrichello). Tan sólo conviene tener muy en cuenta a pilotos que no han podido obtener todavía grandes resultados este año como Robert Kubica, Kimi Räikkönen y por supuesto Fernando Alonso. No añado a esta lista a Lewis Hamilton, ya que a pesar de haber ganado el año pasado, sus dos únicas participaciones en el Principado se han caracterizado por los toques contra los guarda raíles. Incluso el año pasado, destrozó una rueda contra los mismos antes de conseguir su única victoria en el trazado monegasco.

En lo que se refiere a la configuración de los monoplazas, la peculiaridad del circuito exige unos reglajes totalmente diferentes a los del resto del año. La carga aerodinámica es máxima para obtener una mejor estabilidad en las frenadas y una óptima tracción a la salida de las numerosas curvas lentas. Las suspensiones han de ser muy blandas para afrontar el bacheado asfalto. La altura de los monoplazas es inusualmente alta. Los neumáticos, por única vez en la temporada van a ser los súper blandos y los blandos, ya que los compuestos más duros no podrían coger y mantener la temperatura adecuada de funcionamiento. Y el ángulo de giro ha de ser el máximo del año, para afrontar las curvas más célebres del circuito como son la horquilla del Grand Hotel y la Rascasse. Para lograrlo, es necesario un ajuste especial de la suspensión delantera de los monoplazas.

Por último, en cuanto a los motores, a pesar de no ser un trazado agresivo con los propulsores, éstos no dejan de tener un máximo protagonismo, ya que aquellos que disfruten de una mayor potencia a bajo régimen dispondrán de una indudable ventaja.

El KERS, es prácticamente inútil en las calles del Montecarlo. A pesar de ello, los monoplazas de Ferrari y McLaren dispondrán de él. Aparentemente, las escuderías de Maranello y Woking siguen teniendo fe ciega en el dispositivo, y creen que el rendimiento de sus bólidos mejora con él. No me cabe duda que sus razones tendrán…

DATOS GENERALES DEL CIRCUITO DE MONTECARLO

Longitud del circuito - 3340 m
Número de vueltas - 78
Número de curvas - 19
Neumáticos - Súper blandos y blandos.
Exigencia del motor - 42% de la vuelta al máximo.
Desgaste de Frenos - Alto.
Carga aerodinámica - Muy Alta.
Consumo combustible por vuelta - 2,27 Kg.
Penalización por cada 10 Kg. de combustible - 0,26 Sg.

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