… Y se va uno de los más grandes. A pesar de su desidia, que logró enervar a más de un jefe de equipo, el piloto finlandés ha sido sin duda uno de los pilotos más rápidos de toda la historia de la Fórmula 1. Pocos, muy pocos, han sido capaces de llevar un monoplaza bueno y equilibrado hasta los límites donde el hombre de hielo llegaba. El problema del flamante piloto de Citroën ha sido siempre el trabajo para evolucionar un monoplaza. No pidas a Kimi que te ponga a punto un bólido, pero dale un coche ganador, y ganará.
Otro de los hándicaps del ya ex piloto de Fórmula 1, ha sido su falta de interés por el politiqueo y los enredos tan típicos del gran circo. Su pasión ha sido siempre conducir, cuanto más rápido mejor, pero las necedades de mandamases y periodistas se le daban un ardite, algo que en el mundo actual tiene muy poca cabida.
Quizás Raïkkönen hubiera sido mucho más feliz en los viejos tiempos, cuando los pilotos eran conscientes de que cada día podía ser el último y vivían al límite dentro y fuera de los circuitos, pero lo cierto es que yo personalmente agradezco que no haya sido así para poder disfrutar con él en los circuitos.
El piloto de Espoo, comenzó impresionando desde muy joven. Sus actuaciones fueron tan soberbias que el equipo Sauber se fijó en él y le hizo dar el salto a la Fórmula 1 tras solamente 23 carreras en monoplazas de categorías inferiores (habiendo ganado 13 de ellas). Su baja experiencia, complicó enormemente la obtención de la superlicencia, dado que los dirigentes de la FIA desconfiaban de la capacidad del joven piloto para conducir en la máxima categoría con seguridad. Finalmente , gracias a sus buenas actuaciones durante los entrenamientos, accedieron a concederle una superlicencia provisional condicionada. Puntuó en su primera carrera, y tardó sólo un año en conseguir un volante de primer nivel, cuando en 2002 el equipo McLaren le fichó para reemplazar a su compatriota Mika Häkkinen (decidido a tomarse un año sabático, que a la postre sería definitivo). En 2003, a los mandos del MP4-18 de la escudería de Woking se quedaría a dos puntos de convertirse en el campeón del mundo más joven de la historia. En 2007, tras un año de resultados nefastos a bordo del malogrado MP4-21, cambió la escudería inglesa por Ferrari para sustituir a Michael Schumacher. En su primer año en el equipo italiano, cumpliría por fin su sueño de convertirse Campeón del Mundo, gracias a sus seis victorias (la primera en su debut como piloto de la escudería del Cavallino Rampante), sus siete podios consecutivos en las últimas carreras, y la guerra fraticida creada en el seno de su anterior equipo.
El mundial de Rallies está de enhorabuena. Llega un gran piloto. Posiblemente sufra mucho para habituarse a la nueva disciplina, los tramos, el copiloto, las notas… pero si alguien puede hacerlo, desde luego ese tiene que ser un piloto con el talento natural del finlandés. En cualquier caso, será un gran revulsivo para una categoría de capa caída.
Los aficionados al mundo del motor, seguirán disfrutando con las diabluras de Kimi, y los buenos seguidores de la Fórmula 1 no verán el momento de ver al gran piloto de vuelta a los circuitos permanentes, ya sea a los mandos de un Red Bull, o para sustituir a algún piloto que no esté dando la talla (algo para nada descartable en los tiempos que corren).
Yo por mi parte, aun con el rabillo del ojo apuntando hacia los Rallies, le echaré de menos. ¡Vuelve pronto ICEMAN!
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