… y el comentario de la carrera también…
El fantástico resultado del equipo Red Bull en Malasia, unido a los malos resultados de sus más directos competidores –lastrados por unos incomprensibles errores en la calificación del sábado, y rematados, algunos, por una preocupante falta de fiabilidad- han conseguido que Sebastian Vettel haya recuperado el terreno perdido en las dos primeras pruebas del campeonato.
El Gran Premio de Malasia en sí ha tenido dos frentes muy diferenciados. La cabeza de carrera, que tras una gran salida de Vettel y Kubica se mantuvo invariable hasta el final -los cinco primeros pilotos en la curva 3 de la primera vuelta cruzaron la meta en la misma posición- y los pilotos que salían por detrás, obligados a efectuar una gran remontada, y que le dieron salsa a una, por lo general, decepcionante carrera. Y digo decepcionante por la falta de espectáculo en los primeros puestos y por la ausencia de la tan anunciada lluvia, que echó por tierra las estrategias de los pilotos más retrasados. Todos nos esperábamos una carrera loca llena de incertidumbre, y sin embargo resultó ser una de las carreras más previsibles, al menos en cuanto a los puestos principales se refiere.
Sebastian Vettel, se colocó primero en una extraordinaria salida, y mantuvo esa primera posición durante toda la carrera. Kubica, remontó de la sexta a la cuarta posición con una gran maniobra en las curvas 1 y 2 en detrimento de Adrian Sutil. Y Webber, Rosberg y el propio Sutil, se limitaron a conservar las posiciones que les tocaron asumir tras las citadas tres curvas iniciales.
Pero la lucha interesante vendría desde atrás.
Lewis Hamilton, en una impresionante remontada –no exenta de maniobras ilegales con el beneplácito de unos extremadamente permisivos comisarios, ya sea por la presencia del expiloto inglés Johnny Herbert o por la benevolencia de un Charlie Whiting considerablemente amigo de exculpar a su compatriota-, adelantaba a varios pilotos hasta llegar a colocarse en segunda posición justo antes de su parada en Boxes.
Alonso que a pesar del problema del cambio superaba a Button en la vuelta 2, volvía a sufrir el tapón de su compañero de equipo hasta la parada de este en la vuelta 26 –si bien ambos se encontraron con el tráfico de Buemi y Alguersuari que con el compuesto más duro no llevaban suficiente ritmo, hasta sus paradas en las vueltas 19 y 20-. Sin embargo, a pese a su abandono a falta de dos vueltas, lo más positivo de la carrera de Fernando Alonso fue que a pesar de salir tan atrás, y de estar todo el Gran Premio con el embrague roto, fue capaz de mantener un ritmo de carrera mucho más rápido que su compañero, incluso marcando la segunda vuelta rápida en carrera, más de cinco décimas mejor que Felipe Massa. De hecho, tras la parada, el piloto español consiguió recortar 2 segundos por vuelta a Button y Massa hasta darles alcance.
Respecto a la conducción de Fernando Alonso, no queda otra que quitarse el sombrero. Tras la carrera, pudimos entender muchas cosas que no nos explicábamos durante la retransmisión de la misma por la Sexta. En la primera vuelta, Lobato apuntaba que se preparaban en Ferrari. Gené, observaba los alerones y no encontraba nada extraño, pero poco podrían sospechar que en el Box del equipo de Maranello estaban muy preocupados por la avería del piloto español en la vuelta de formación. Más tarde, en la vuelta 32 se escuchaba por radio a Andrea Stella: ”sabemos que es muy difícil conducir así pero hay que intentar acercarse a Kubica”. Gené creía que era por el desgaste de los neumáticos y todos asentíamos convencidos de ello, pero visto lo visto, los tiros iban por otro lado… Finalmente, un buen punto positivo a Antonio Lobato por la observación sobre el reparto de frenada del F10 de Alonso. A Marc Gené le parecía extraño que el piloto de Ferrari pudiera no estar modificándolo por estar demasiado concentrado en la persecución a Button -y francamente a mi también- pero lo que nadie se imaginaba era que el asturiano tenía el repartidor puesto al tren trasero para paliar la ausencia del freno motor.
En cuanto a Jaime Alguersuari, fue capaz de entrar en los puntos por primera vez, y volvió a superar a su compañero de equipo. El piloto español ha vuelto a demostrar una increíble mejoría en los domingos. Efectuó dos grandes adelantamientos, el primero a Petrov en la vuelta 22 y el segundo –sin duda el mejor de todo el Gran Premio- a Hülkenberg en la 31. Ahora sólo le queda mejorar en calificación para optar a los puntos con asiduidad.
Lástima del fallo en la ECU en el monoplaza de Pedro de la Rosa, aunque de no haber sido así, dada la ausencia de lluvia y la falta de rendimiento del C29, poco hubiera podido hacer para entrar en los puntos.
A destacar también el primer podio para Rosberg, que sigue mojándole la oreja al Kaiser, obligado a abandonar en la vuelta 10 por la pérdida de una tuerca, coincidiendo con el momento en el que Hamilton recibía una efímera y absurda “tarjeta amarilla” por su antirreglamentaria maniobra.
Buena carrera por su lado de Marc Webber, lastrado por una mala parada en la que se le enganchó una pistola, una salida francamente mejorable y una estrategia de equipo conservadora.
Y así, tras el Gran Premio de Malasia las cosas están más apretadas que nunca. Felipe Massa llega a China como líder sin haber ganado una sola carrera, pero cualquiera de los cinco primero pilotos de la clasificación, puede llegar a Europa como líder ganando la carrera del domingo en Shanghai… que ya está a la vuelta de la esquina…
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