viernes, 27 de marzo de 2015

¡Ya estamos todos!



Llega Malasia, y por fin tenemos la parrilla al completo. Vuelven Fernando Alonso y Valtteri Bottas (apartados del Gran Premio de Australia a causa de sus lesiones) y debuta el equipo Manor-Marussia con Roberto Mehri y Will Stevens al volante.
Después de un primer fin de semana rocambolesco, parece que las aguas vuelven a su cauce. Y nunca mejor dicho, porque se esperan lluvias abundantes para estos días.
Por fin tendremos la oportunidad de comprobar dónde está cada uno. Veremos si Williams vuelve a liderar el grupo de los mortales (el otro campeonato, el de los segundones), comprobaremos si Ferrari está tan bien como parece, estaremos atentos al rendimiento de los Sauber (en mi opinión los más favorecidos por la gran cantidad de problemas sufridos por el resto de equipos en Australia –flor de un día para que nos entendamos-), presenciaremos el debut de Manor-Marussia  (si finamente consiguen calificarse para la carrera, el 107% no es baladí para un equipo tan bisoño) y observaremos si Mclaren puede finalmente exprimir decentemente su motor (150 caballos se quedaron en el box del Albert Park).
De todo lo anterior, la mayor incógnita es quizás la aparente mejora del equipo Ferrari. Se ha hablado mucho del gran salto dado por los del Cavallino Rampante este año. Han mejorado. Si. Tanto en el diseño aerodinámico como en el rendimiento de su unidad de potencia. Sin embargo, si comparamos las mejores vueltas durante el fin de semana del Gran Premio de Australia de los años 2014 y 2015, observamos que Ferrari (2,3 seg.) ha sido sólo el sexto equipo que más ha mejorado, por detrás de Lotus (5 seg.), Sauber (3,5 seg.), Williams (3,2 seg.), Mercedes (3 seg.) y Toro Rosso (2,5 seg). Es cierto que aún no es una muestra suficiente para sacar conclusiones precisas, pero a tenor de los datos de la carrera de Australia, los únicos equipos que hoy por hoy se han acercado a Mercedes son Lotus, Sauber y Williams. En cualquier caso en unas horas, saldremos de dudas. Porque si bien Australia, por su condición de trazado semiurbano y por ser la carrera debut del campeonato, suele ser un Gran Premio atípico, Malasia es un trazado muy exigente tanto para los monoplazas como para los pilotos.
En lo que respecta a los españoles, el resultado va a depender en gran medida de las condiciones climatológicas. Fernando Alonso necesitará una carrera loca para tener alguna posibilidad de lograr un buen (moderadamente bueno) resultado. Carlos Sainz tiene un coche con gran potencial aerodinámico pero lastrado por un motor muy alejado del resto (algo que las dos largas rectas de Sepang puede penalizar, y mucho). Tiene la ventaja de conocer el circuito (ya ganó 2 mangas en la Fórmula BMW) y el agua le vendría bien para paliar los defectos de su unidad de potencia. Y Roberto Mehri, si consigue clasificarse, sólo podrá tener alguna oportunidad si llueve finalmente. Y es que difícilmente se puede encontrar a un piloto que destaque tanto como Roberto cuando se trata de correr sobre el líquido elemento. No obstante, es justo reconocer que las lluvias torrenciales malayas, unidas al hecho de no conocer ni el coche ni el circuito, pueden ser en este caso demasiadas trabas para el debut del bueno de Teto.

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